Creo esta nueva entrada con el propósito de seguir matizando algunas cuestiones que fueron surgiendo con el proyecto de Telecolaboración con la Universidad de Islandia (HI) de la asignatura de Las TIC en la Didáctica de ELE.
En este sentido, elaboraré una reflexión acerca de las estrategias docentes, es decir, todas aquellas acciones conscientes -o no- encaminadas a lograr un objetivo, y que, en mi caso, es el de ayudar a mi alumna islandesa a trabajar sus competencias comunicativas. Así pues, tras haberme observado y analizado, el objetivo de la misma reflexión es el de tomar conciencia de mi actuación global para poder sacar conclusiones con el fin de mejorarla a lo largo del proyecto.
Como ya mencionado en la primera entrada creada para el mismo curso, como
primera aproximación al proyecto, nos pidieron que realizáramos una vídeollamada
por Hangouts o Skype con nuestros islandeses. Esta tenía principalmente dos
objetivos: el de establecer un primer contacto con ellos y el de detectar sus
necesidades. Ahora bien, al colaborar con mi compañera Marta Cárdenas, esto es,
al tener las dos la misma estudiante islandesa de la HI, nos resultó
indispensable acordar, de alguna manera, el cómo iríamos a llevar a cabo ese
primer «encuentro».
Efectivamente, hemos decidido previamente como enfocar la entrevista y, concretamente,
hemos elaborado una serie de preguntas que nos servirían para llevar a
cabo la vídeollamada con el fin de poder entender las necesidades de Hanna. Los
contenidos principales de ellas fueron:
Las informaciones que Hanna nos aportó con respecto a los aspectos
presentados junto a otros datos recogidos a lo largo de la conversación nos permitieron
conocer más sobre ella y sus necesidades.
Aunque, en principio, me puedan haber pasado desapercibidas, volviendo a
mirar el Skype, considero que, a lo largo de la conversación, he llevado a cabo,
de manera inconsciente, unas estrategias docentes:
- estrategias
discursivas con el
fin de facilitar la comprensión por ambas partes: a este respecto, creo haber
empleado una de ellas: repetir lo dicho cuando me pareció que Hanna no había
entendido algo, intentando reformular; repetir lo que creía haber entendido, con
el fin de comprobar si realmente era lo que ella quería transmitirme. Asimismo,
en algunas ocasiones, creo haber subido un poco el tono de voz y haberme
apoyado en la comunicación no verbal que, como destaca el vídeo, se evidencia
sobre todo en la gesticulación;
- estrategias
de prevención que, sin
perseguir un fin específico, han surgido de manera espontánea, quizás por evitar
que se hubieran manifestado dificultades comunicativas, ya que todavía no
conocía el perfil de Hanna. Siempre volviendo a mirar el vídeo, creo haber intentado,
por ejemplo, ser lo más clara posible, así como no hablar muy rápido.
Por último, se podría considerar otra estrategia docente la de haberme
dirigido a Hanna ofreciéndole, de manera explícita, nuestra ayuda y
disponibilidad, en caso de que necesitara cualquier tipo de cosa o en el
caso de que se le ocurrieran otros aspectos del español a profundizar.
Al ser la variedad que caracteriza el español de Hanna la de México, hemos
apreciado el empleo de verbos (tomar,
por ejemplo), que no se usarían en España en los mismos contextos. Obviamente, al
no tratarse de errores no han sido corregidos, pero sí que mi compañera Marta
ha concienciado a Hanna sobre la diferencia entre el español de América y el de
España. Matiz, este último, que considero haber sido interesante y que tenía el
mero fin de que Hanna no se sorprendiera si algunos términos variarían.
Efectivamente, las diferencias entre las variantes del español sólo han de entenderse
come una riqueza, pero, para que esto se lleve a cabo, es necesario tomar
conciencia del gran abanico que el idioma presenta.
Termino esta reflexión con dos aportaciones: en primer lugar, tras haber
analizado la actuación llevada a cabo hasta hoy, quisiera matizar que considero
importante y funcional la adopción de estrategias docentes, tanto discursivas
como preventivas. En segundo lugar, sin adelantar ningún tipo de acción prospectiva, me gustaría dejar
que mis estrategias docentes se manifestaran con libertad y naturalidad, para, en
un segundo momento, analizarlas. El objetivo final permanecería el mismo: reflexionar,
tomar conciencia de ellas y, eventualmente, aportar modificaciones con el fin
de mejorarlas.
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